El segmento de
Masas congeladas para pan y bollería registra crecimientos espectaculares. El año 2006 supuso unas ventas cercanas a los EUR 700 millones, casi un 12% de incremento con respecto a 2005 • La masa congelada ha revolucionado por completo el concepto de panadero y pastelero, mejorando la rentabilidad del canal HORECA, y ampliando la oferta para el consumidor final, al disponer siempre de un producto recién elaborado • La masa congelada recibe fuertes inversiones en I+D.
La Asociación Española de Fabricantes de
Masas congeladas, ASEMAC, reúne a las empresas más importantes del mercado español de masa congelada para panadería y bollería. Además, es miembro de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas, FIAB; de la Federación de Industrias para la Confitería, Panadería y Afines, FICOP, y de la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial.
En el ámbito europeo pertenece a la Association Internationale de la Boulangerie Industrielle, AIBI. Asimismo, pertenece al Comité Organizador del Salón Internacional de Panadería, Confitería e Industrias Afines, INTERSICOP.
La tecnología del frío ha permitido que la industria del pan y la bollería se hayan adaptado a los nuevos tiempos, y a las nuevas necesidades del consumidor. Este tipo de producto, como el pan precocido, los productos congelados y los refrigerados, demuestran el alto grado de especialización del sector, en la producción y comercialización de sus innovaciones.
Actualmente, las
Masas congeladas han revolucionado el concepto de venta del producto panadero y pastelero, pues se adquieren y/o consumen recién horneados, listos para su consumo. Y todo con las ventajas inherentes en cuanto a distribución, conservación y horneado, con unos tiempos de elaboración cortos.
Las ventajas no son sólo para el que fabrica la masa congelada, sino para el panadero, pastelero e incluso el consumidor final. Y es que este mercado, gracias a la tecnología del frío, está creciendo a un ritmo imparable.
El panadero cuenta con rapidez de horneado, pudiendo planificar las hornadas, y dedicar más tiempo a la comercialización del producto final, a la decoración y otras facetas profesionales. Estas ventajas se demuestran en que, según los datos de ASEMAC, más del 40 % de los panaderos tradicionales ya se han sumado a este nuevo sistema de fabricación, instalando los denominados puntos calientes.
Para la restauración y la hostelería, el cambio es radical, pues adaptan la oferta a la demanda, y cuentan con un stock de panadería, bollería y otros productos, listos para su elaboración y consumo a cualquier hora del día, lo que redunda igualmente en mejores costes, y en una satisfacción amplia de la clientela.
Por último, el consumidor final, como beneficiario de toda esta cadena, puede adquirir toda una variedad de productos de alto valor añadido, recién hechos, o incluso para elaborar en su propio hogar, y con un sabor, aspecto y composición nutricional que no difiere de los productos tradicionales.
En este resultado, inciden factores como el I+D y el permanente esfuerzo de los fabricantes de
Masas congeladas por superar, conservar mejor y potenciar los atributos de este producto. Buena muestra de toda esta tecnología y de los últimos desarrollos se expondrán en INTERSICOP 2007, de la mano de las empresas de este mercado.